Antequera, un sábado cualquiera

Cualquier fin de semana es bueno para darse un paseo y hacer visitas a Antequera, ciudad emblemática y a la vez estratégica en el centro de Andalucía, cada vez que visitamos esta ciudad descubrimos algo nuevo, un pequeño detalle que nos dice que visitar Antequera no merece la pena, merece la alegría.

Empezamos el recorrido bajando desde la estación de autobuses, al estar en su posición elevada las vistas bien merecen unos minutos, muy cerca podemos disfrutar de un espacio ajardinado con donde se sitúa El Cortijo Lounge, donde además de disfrutar del espacio encontraremos eventos tales como conciertos, una muy acogedora terraza donde disfrutar de un café o hacer unas panorámicas bastante chulas, si queremos algo con más estilo encontraremos justo en la otra acera el Parador de Turismo de Antequera, que como dice en su página web, se sitúa en un edificio histórico y a la vez es un símbolo de modernidad situado en un punto estratégico de la ciudad de Antequera donde disfrutar de una magnifica vista de la vega antequerana y la Peña de los Enamorados.

Paseando y a escasos 10 minutos del parador encontramos la Plaza de Toros, el coso que fue inaugurado el 20 de Agosto de 1848, con una arquitectura un tanto peculiar, gracias a la premura con la que se levantó la parte superior fueron levantados enteramente en madera, al adquirirlo el ayuntamiento de Antequera dispone la restauración y remodelación acorde con la arquitectura de la zona así se comenzó por la fachada, se construyó una nueva puerta principal de sombra, se redujo el espacio del ruedo y al poco se comenzó con el interior sustituyendo la cubierta inicial mediante la disposición de columnas de piedra caliza y arcos de medio punto.

Cuando se finalizaron las obras se abrió al público un Plaza de Toros de Antequera radicalmente diferente a la inicial, siendo considerada una de las más bellas del territorio nacional.

Podemos encontrar en ella un restaurante de gran reputación, enclavada en un espacio muy característico es el lugar idóneo para hacer una para tomar un vino o disfrutar de una comida típica.

Y después de una agradable comida nada mejor que un paseo por sus calles, la Alameda de Andalucía, disfrutando de su arquitectura, os recomendamos por propia experiencia , levantar la cabeza y echar un vistazo a fachadas y objetos decorativos en las torres, quedaréis gratamente sorprendidos, al poco llegaremos hasta el Museo Conventual de las Carmelitas.

En él encontraremos mucho del patrimonio histórico acumulado en siglos de historia de la ciudad, dice mucho de las religiosas su afán de protección del legado artístico ya que pasaron privaciones y hambre con tal de conservarlo, negándose a desprenderse de él para el bien de la comunidad, el acceso es una pequeña puerta situada entre la puerta principal del templo y la puerta del convento, la cantidad de objetos religiosos, cuadros, estatuas y, dicho sea, el espacio en sí es digno de reconocimiento para la orden que bien podía haberse desprendido para su lucro.

El convento en sí, no es el espacio que actualmente se utiliza para la orden transmite tranquilidad y tradición.

Nos despedimos de Antequera disfrutando de un refrigerio en uno de las tantas terrazas mientras repasamos las fotografías y experiencias del día.

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